En Homenaje a Hans Christian Andersen
(1805 - 1875)
Hago la ronda de la serpiente
ronda que junta cabeza y cola
Hago la ronda de la serpiente
que estaba partida
y se hizo redonda.
La profecía que los sabios buscaron en las Tierras Fértiles
y en las Tierras Antiguas, preguntándoles a los códices cifrados y a las
lenguas remotas, permanecían a salvo en un juego infantil, resguardada en la
memoria de las criaturas sencillas.
Andaba, como todas las verdades, descalza y
al aire libre.
Liliana Bodoc, “Los días del fuego”
La saga de los confines 3
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